domingo, 20 de febrero de 2011

TRABAJA LOS SENTIDOS... TODOS LOS SENTIDOS



TRABAJA LOS SENTIDOS… TODOS LOS SENTIDOS.
El emprendedor innovador que tiene un comercio debe saber convertir su local en un lugar irresistible. Debe conocer las técnicas que impulsan a un consumidor a entrar en un local sin motivo aparente. Si tus clientes pasan en el mismo un rato agradable y acaben comprando sin saber muy bien por qué, seguro que estás aplicando las técnicas del marketing sensorial. Está más que demostrado: el olor, el color, la música o la colocación de la mercancía pueden inducir estados de ánimos favorables a la compra.
No debes olvidar que el 95% de las decisiones que toman los clientes son dictadas por el inconsciente. El ser humano tiene la capacidad de relacionar sensaciones procedentes de los cincos sentidos y vincularlas a conceptos e ideas que, a su vez, generan sentimientos y emociones ligadas a nuestra experiencia. Conclusión: a través de los sentidos se vende. Muchos clientes andan buscando algo más que un simple objeto, y en verdad lo que persiguen es sentir sensaciones como la exclusividad, el placer, la emoción. De ahí la necesidad de transformar nuestro local en un lugar irresistible y con glamour. ¿Que cómo se consigue esto? He aquí unos cuantos consejos:
Comunicar con los colores. El color puede favorecer la identificación de nuestro negocio con determinados valores. Algunas pautas básicas son: los colores más luminosos o claros (blancos, amarillos) son idóneos para espacios pequeños y oscuros. Los azules y verdes, al ser colores fríos, dan sensación de que alejan las paredes, con lo que también vienen bien para espacios pequeños. Si tienes poca luz natural, busca colores luminosos (por ejemplo, el naranja). Los colores también pueden influir en el comportamiento del cliente en el interior de la tienda. Así, el rojo invita a la acción, y es un color ideal para establecimientos en los que se persiga un movimiento rápido de personas. El naranja y el violeta apelan más a la imaginación o la creatividad. El azul y el verde relajan, y por eso se usan en centros de estética o médicos. El negro es el color de la elegancia. Los marrones y los ocres son más cálidos, por lo que animan a la gente a quedarse más tiempo.
Distribución de los artículos. En las tiendas de gama intermedia se ve mucho producto acumulado. En las de lujo, por el contrario, se busca más sugerir que mostrar. Hay un criterio museístico, en línea con la filosofía de valorar el producto como objeto de arte. Es mejor que haya poca mercancía a la vista; así se transmite la impresión de que es un producto exclusivo y de que además puede quedarse sin él si no se da prisa. La gente tiende a ir hacia la derecha, por lo que es importante que los objetos de difícil venta se coloquen en esa zona.
Sonidos suaves. La música también pueden ayudar a vender más o, al menos, recrear el ambiente que nosotros buscamos. En el caso de los supermercados, por ejemplo, en función del tipo de música que pongan se incita más a la compra de algunos productos u otros: si ponen música italiana se vende más comida italiana. Si ponen música mexicana aumentan las comidas del país de las rancheras. Para las tiendas de ropa joven va bien música roquera. Para las de línea ecológica, van bien los sonidos del agua o de la naturaleza. En el caso de clínicas o centros estéticos se buscan también sonidos relajantes.
Iluminación suave y selectiva. Cuanto más fría o más potente sea la iluminación,
más dinámico y menos relajante es el ambiente. La iluminación indirecta apuesta por la calidez, la tranquilidad e invita a estar más tiempo, con lo cual puede favorecer la compra. En el interior es recomendable una intensidad suave, pero a la vez que realce cada módulo de exposición para darle protagonismo al producto.
Marketing para emprendedores

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Posted by Fernando Montero

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