Colores aproximados del
Test de Lüscher
Lüscher advierte con la práctica que existen cuatro colores
primarios psicológicos los cuales se pueden dividir a su vez en dos pares: los
colores heterónomos y los autónomos.
Los colores heterónomos son el Azul y el Amarillo, que
representan la noche y el día respectivamente. Es decir el ciclo diario de luz
y oscuridad. Estos son factores que gobiernan al hombre, es decir impuestos
desde el medio ambiente, de afuera. Por lo tanto, el azul representa la
tranquilidad, la pasividad, el reposo y el relajamiento general de la actividad
metabólica. Por el contrario, el amarillo sugiere la luz del día, y representa
la posibilidad de acción, de actividad, y una estimulación glandular. Sin
embargo estos colores no obligan estas acciones, si no que las sugieren.
Los colores autónomos el Rojo y el Verde representan la
actividad ataque-defensa del organismo. El rojo como acción externa dirigida a
conquistar y adquirir. El verde como autoconservación, defenderse de los
ataques y sobrevivir. Las acciones de defensa (Verde) y ataque (Rojo) están
bajo el control del individuo se denominan colores autónomos o
autorreguladores.
Max también formula en su teoría que la capacidad para
distinguir los colores empieza con el contraste, es decir, colores claros y
colores oscuros (de forma similar a Goethe). La diferenciación, su denominación
y cualquier reacción estética hacia los colores son funciones de la corteza
cerebral: el resultado del desarrollo y la educación más que una respuesta de
reacción y del instinto. Por otra parte las funciones instintivas y reflejas
obran en el cerebro medio, en función del contraste y afectan a los sistemas
físicos y glandulares mediante la pituitaria.
Psicología funcional
Las teorías que relacionan la elección cromática con la
psicología de la personalidad reciben el nombre de psicología funcional. En el
test de los colores (de Max Lüscher) la estructura de un color es constante, es
decir siempre tiene el mismo “significado objetivo”. La “función”, por otra
parte, es la actividad subjetiva hacia el color, y ésta varia de una persona a
otra, y en ésta se basan las interpretaciones del test.
Los significados de los colores (tonos del test Lüscher de 8
colores) en resumen son:
Azul (grisáceo): Representa la profundidad de sentimiento y
es un color concéntrico, pasivo, asociativo, heterónomo, sensible, perceptivo,
unificador. Sus aspectos afectivos son la tranquilidad, satisfacción, ternura,
amor y afecto.
Verde (con algo de azul): Representa la constancia de
voluntad y es un color concéntrico, pasivo, defensivo, autónomo, cauteloso,
posesivo, inmutable. Sus aspectos afectivos son la persistencia,
autoafirmación, obstinación, y la autoestima.
Rojo (con algo de amarillo, es decir anaranjado): Representa
la fuerza de voluntad, y es excéntrico, activo, ofensor-agresivo, autónomo,
locomotor, competitivo, eficiente. Sus aspectos afectivos son la apetencia,
excitabilidad, autoridad y la sexualidad.
Amarillo (saturado algo claro): Representa la espontaneidad
y es excéntrico, activo, planificador, heterónomo, expansivo, ambicioso e
inquisitivo. Sus aspectos afectivos son la variabilidad, la expectación, la
originalidad, el regocijo.
Gris (neutro psicológico, con mucho blanco): Representa la
neutralidad y es separador, imparcial, aislante, ausente de compromiso.
Marrón (algo claro): Representa la receptividad sensorial
pasiva y es físico, receptor sensorial físico, seguro, sociable, dependiente.
Negro: Representa el límite absoluto y es negación,
renuncia, abandono, extremo, rechazo, extinción, temor.
Violeta (rojizo): Representa la realización de los deseos y
es irresponsable, intuitivo, sensible, inmaduro, afectivo, mágico.
La percepción objetiva del color es idéntica para todos. Sin
embargo, hay quienes rechazan, sienten indiferencia o por el contrario simpatía
o atracción. Dependiendo del estado anímico de ese momento, acepta o ignora una
determinada sensación, por ejemplo la percepción de un color. Un color que se
considera bonito se acepta, es decir, corresponde con su estado de ánimo. En la
gran variedad de colores pueden reflejarse la cantidad de matices emocionales
que existen. El color es por lo tanto, de forma similar a la música, un
lenguaje de los sentimientos, altamente diferenciado. Los colores son
sentimientos visualizados.
Por regla general:
Los azules se corresponden a los sentimientos (emociones),
por lo tanto también a las relaciones sentimentales ya sean de amistad o
conyugales.
Los verdes caracterizan el autocontrol, la fuerza de
voluntad y la capacidad de disfrutar.
Los rojos representan la actividad, las iniciativas y
reacciones ante los desafíos.
Los amarillos nos indican la actitud ante el futuro, los
nuevos acontecimientos, las expectativas
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